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¿Para que sirve el zolidime?

Para que sirve el zolidime

Zolidime es un medicamento indicado para el tratamiento del dolor y la inflamación osteomuscular en casos de padecimientos musculoesqueléticos reumáticos, agudos, crónicos y degenerativos que provocan dolor, inflamación y discapacidad funcional.

¿Qué es?

Es un medicamento que combina diferentes principios activos: Un antinflamatorio no esteroideo (fenilbutazona) con un glucocorticoide sintético (dexametasona) y un miorrelajante (salicilamida).

Está indicado para aliviar afecciones musculoesqueléticas que provocan dolor e inflamación y afectan su capacidad funcional.

¿Para qué sirve?

Este medicamento está clasificado como un antinflamatorio y antirreumático. Zolidime combina un antiinflamatorio no esteroideo (AINES) conocido como fenilbutazona, un glucocorticoide sintético denominado dexametasona y un miorrelajante conocido como salicilamida.

Esta combinación reduce las manifestaciones de la inflamación como el dolor y la disfunción provocados por padecimientos musculoesqueléticos agudos crónicos y degenerativos.  Esto se debe a que puede controlar la distribución y función de los leucocitos periféricos así como a la inhibición de la actividad de la fosfolipasa A2 y de la síntesis de prostaglandinas. Todo esto reduce la inflamación provocada por las diferentes respuestas de nuestro organismo ante fenómenos y estímulos radiantes, mecánicos, químicos, infecciosos e inmunitarios.

Además, el hidróxido de aluminio contenido en las grageas actúa como un antiácido neutralizando el ácido clorhídrico presente en nuestro estomago aliviando los síntomas como el ardor y dolor epigástrico que puedan provocar el resto de los componentes.

Presentación

Se presenta en cajas con 20 grageas en envase de burbuja.

Composición

Cada gragea contiene:

  • Salicilamida: 200 mg.
  • Fenilbutazona: 100 mg.
  • Dexametasona: 0.5 mg.
  • Gel de hidróxido de aluminio desecado: 200 mg.
  • Excipiente, cbp: 1 gragea.

Indicaciones

Zolidime es un medicamento antiinflamatorio indicado para el tratamiento de padecimientos musculoesqueléticos reumáticos agudos crónicos y degenerativos que provocan inflamación, dolor y discapacidad funcional.

También suele indicarse en el tratamiento a corto plazo de padecimientos reumáticos dolorosos agudos o en la agudización de enfermedades musculoesqueléticas crónicas tales como artritis gotosa aguda, espondilitis anquilosante, artritis reumatoide, osteoartritis, bursitis y tendosinovitis.

Es indicado además, como un adyuvante en terapia física y para patologías que generen dolor agudo óseo o muscular.

Es un medicamento eficaz para la resolución del proceso inflamatorio en tromboflebitis y traumatismos.

Advertencias

No es recomendable su uso durante periodos prolongados. Es necesario tener precaución en pacientes que padecen de trastornos renales, aquellos que padecen de molestias gastroduodenales recurrentes crónicas, pacientes asmáticos y pacientes con deficiencia de G-6PD.

No debe utilizarse en caso de influenza o varicela ya que su uso ha sido asociado al síndrome de Reye en niños menores de 14 años. Si se presentan vómitos persistentes podría ser una indicación del síndrome de Reye que requiere de tratamiento médico inmediato.

Reacciones adversas

Este medicamento no debe ser prescrito durante periodos prolongados ya que presenta un riesgo potencial de toxicidad.

Las reacciones tóxicas a la fenilbutazona incluida en zolidime son: Erupción cutánea, eritema, reacción de hipersensibilidad similar a la enfermedad del suero, retención de sodio, prurito, edema, vómito, náusea, estomatitis, péptica, ulceración, discrasias sanguíneas y depresión protrombínica.

Los efectos adversos más graves son úlcera péptica o su reactivación con hemorragia o perforación, estomatitis ulcerosa, reacciones de hipersensibilidad como síndrome de Stevens-Johnson, hepatitis, anemia aplásica, nefritis, leucopenia, agranulocitosis y trombocitopenia.

Se han reportado muertes, en especial causada por anemia aplásica y agranulocitosis.

Debes interrumpir inmediatamente el uso del fármaco si presentas fiebre, faringitis u otras lesiones de la boca, erupciones cutáneas, prurito, ictericia, incremento de peso o melena.

En el caso de la dexametasona, se ha observado que su uso prolongado puede incrementar la gravedad de la osteoporosis y de la enfermedad reumática. También puede incrementar las fracturas por compresión de los cuerpos vertebrales y la osteonecrosis avascular que afecta a la cabeza del fémur.

El uso de dexametasona puede disminuir la resistencia a las infecciones adquiridas o reactivadas.

En el caso de sus efectos toxicos, la dexametasona puede causar insuficiencia suprarrenal aguda, hipertensión, anormalidades de líquidos y electrolitos, hiperglucemia, incremento de la sensibilidad a infección, miopatía, osteoporosis, alteraciones conductuales, cataratas, redistribución de grasa, interrupción del crecimiento, equimosis, estrías, acné e hirsutismo y posible riesgo aumentado de úlceras pépticas.

En raras ocasiones la dexametasona puede provocar hemorragia gástrica, reacciones de hipersensibilidad, tinnitus, trombocitopenia, vértigo, vómito, náuseas, dolor epigástrico, ictericia, hipoacusia, acufenos y daño renal.

Zolidime puede incrementar el riesgo de hemorragia.

Contraindicaciones

  • Este medicamento no debe emplearse en pacientes con enfermedad gastrointestinal como gastritis, úlcera gástrica o duodenal, sangrado de tubo digestivo activo o reciente.
  • No se debe indicar este medicamento en caso de enfermedad renal, tiroidea, cardiaca, hematopoyética, disfunción hepática o en pacientes bajo terapia anticoagulante.
  • No se debe administrar en caso de hipersensibilidad a los componentes de la fórmula.
  • El fármaco está contraindicado para quienes padecen de hipertensión arterial.
  • No se recomienda su uso en ancianos porque los efectos tóxicos de la fenilbutazona son más intensos en ellos. Tampoco es recomendable su administración en niños menores de 14 años de edad.
  • Está contraindicado en caso de micosis sistémicas, procesos infecciosos y en administración concomitante con vacunas de virus vivos.
  • Debe evitarse si se padece de hipersensibilidad a salicilatos y otras sustancias similares, enfermedad ácido péptica activa, antecedentes de asma bronquial inducida por salicilatos o sustancias de acción similar, en especial antiinflamatorios no esteroideos.
  • No es recomendable el uso de zolidime durante el embarazo ni durante la lactancia porque atraviesa la placenta y puede afectar al feto. También pueden presentarse sus componentes en la leche materna.

Interacciones medicamentosas y de otro género

  • Contribuye al mayor riesgo de hemorragia si se administra de modo concomitante con warfarina.
  • Complica la interpretación de los estudios de función tiroidea.
  • La definilhidantoína, el fenobarbital, la efedrina y la rifampicina pueden acelerar la eliminación metabólica de la dexametasona.
  • Los corticosteroides incrementan el riesgo de hemorragia gastrointestinal.
  • Antirreumáticos y metotrexato incrementan su acción y los efectos secundarios.
  • Sulfonilureas puede aumentar el efecto hipoglucemiante.
  • La espironolactona, furosemida y fármacos hipouricemiantes reducen su efecto.
  • Incrementa la toxicidad del ácido valproico.
  • Administración en simultáneo con corticosteroides y diuréticos que aumentan la excreción de potasio pueden provocar hipopotasemia.
  • Debido al fenómeno de adsorción de los antiácidos sobre las drogas tranquilizantes, quimioterapias, antibióticos (tetraciclinas), antituberculosas y anti-anémicos es recomendable administrar estos medicamentos dos horas después del consumo de zolidime.

Alteraciones en los resultados de pruebas de laboratorio

  • La dexametasona puede provocar resultados falsos negativos en la prueba del nitroazultetrazolio para infecciones bacterianas.
  • La fenilbutazona induce la asimilación de yodo por la tiroides, razón por la cual puede interferir en las pruebas sobre la función tiroidea.
  • La administración prolongada de ZOLIDIME puede modificar la cuenta leucocitaria en sangre con neutrofilia y eosinopenia.
  • Puede alterar el pH de la orina.

Manifestaciones y manejo de la sobredosificación o ingesta accidental

Los síntomas de una sobredosis son náusea, dolor abdominal, vómito, hemorragia gastrointestinal, diarrea, úlcera péptica, intranquilidad, hiperpirexia, mareo, somnolencia, pérdida auditiva, agitación, convulsiones, alcalosis, coma, trastornos electrolíticos, hipertensión, taquicardia, edema, hiperventilación, paro respiratorio, hipotensión, paro cardiaco, ictericia, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, leucopenia, anemia, trombocitopenia e hipoprotrombinemia.

También se puede presentar astenia, diplopía, visión borrosa, ataxia, sequedad de boca, anorexia y erupción papulosa.

No existe un antídoto específico, por lo que el tratamiento es sintomático y de soporte. Por regla general en el hospital inducirán el vómito o realizaran un lavado gástrico. También pueden efectuar intubación endotraqueal para mantener vías aéreas permeables en pacientes obnubilados.

Fuente:

(1) https://www.vademecum.es/equivalencia-lista-zolidime+grageas-mexico-m01bx-mx_1
(2) https://www.losmedicamentos.net/medicamento/zoldime-grageas
(3) https://www.antidotoplus.com/para-que-sirve-el-zolidime/
(4) https://matchmyrx.com/es/directorio/marca/zolidime

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